Cada cierto tiempo, sigues apareciendo en boca de amigos para traerme esos recuerdos que ya no me creo. Que deseo creerme.
Has salido de aquí y creado un nuevo mundo, pero sigo estando en tu vida de alguna manera, y eso sí consigue hacerme sonreír. Ya no hay lágrimas, ni grietas en el corazón. Hay recuerdos lindos y brillo en los ojos al pensarte.
Más tarde o más temprano, pero terminarás dándote cuenta de que lo que tienes, esa rutina, ya no consigue que te lata el corazón. Terminarás extrañando lo que no llegó a ser porque te fuiste.
Y me gustaría poder decir que entonces no estaré. Pero si la realidad es que siempre vas a estar dentro de mí, negar lo evidente resulta una tontería.
martes, febrero 14, 2006
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1 comentario:
Mejor que los recuerdos sean de esos, de los que no duelen.
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