No es soledad, es vacío.
Sensación de compresión-descompresión por dentro.
Respirar y que se te escape el alma.
Soñar despierta porque ya no duermes.
Y extrañarle. Añorar la presencia, no la persona.
domingo, enero 07, 2007
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10 comentarios:
Ánimate guapi, seguro que los reyes te han traído muchas cosas! Ya nos contarás ;P Un besooo!
Como te digo, pensar es malo, y mucho peor soñar, malas comparaciones.
Respuestas suelo tener para muchas cosas (la mayoría inventadas o erróneas, pero tengo). Salvo para cosas como estas.
Hablar ayuda. Confiar soluciona.
Ilusionarse de nuevo arregla.
Que jodio, ni que fuese tan fácil, eh?
Al menos, soy sincero. Animo
Añorar la presencia, no la persona. Algo así como añorar la compañía para no sentirse sólo, supongo.
Muchas gracias por recomendarme la canción. Me ha gustado y la he añadido al refugio.
Salu2:))
... y el eterno "desear querer" más que el querer a alguien, y más el necesitar a alguien que esté ahí, a quien darle todo esto que tengo por dar, que el querer que esté esa persona en concreto...
Pero si todo no fuera tan complicado, no sería lo mismo... :)
besitooos
Me gusta lo que escribes... yo tb siento algo parecido. Pero anímate!!
Mua!
Te robo la última frase... "Añorar la presencia, no la persona."
Es taaaaaaaaaan cierta...
Yo creo que es más fácil añorar la presencia que la persona. Sólo existe esa persona, pero cuántas presencias pueden hacernos sentirnos acompañados, ¿verdad?
Un beso, y... muchos ánimos.
Que sensación tan desagradable
vacio.
que no haya NADA.
ni siquiera tiempo o distancia
para poder olvidar o llenar.
A ver si algún día, entre tantas cosas que inventan, hacen algo para poder respirar sin miedo
mientras tanto, mucho animo preciosa
:***********
Se pasa.
A quién no se añora nunca, porque nunca nos lo quitamos de encima, es a uno mismo: por eso, cuídalo, no lo maltrates en exceso.
Algo egoísta, algo envidioso, algo humano.
Añorar la presencia, no la persona.
abrir los ojos, después de cada parpadeo, con la sola esperanza de volverle a ver, por un instante, esperando que en el silencio de la incomodidad este pensando lo mismo que uno. Y despertar cada mañana con la idea de haberle superado.
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