No sé, será que ya empiezo a extrañar unos besos de continuo, o un abrazo antes de dormir, o ese mensaje de madrugada que te hace volver a soñar con cuentos en los que tú eres la princesa y todo sale siempre perfecto.
Será que me alegra los días ver a C aunque sean 5 minutos, pero sé perfectamente que se va a quedar en esto.
Será que los días libres me dan demasiado tiempo para pensar en lo que no debería, o en quien menos me conviene, o quien es ideal pero imposible.
Y encima aparece una frase en medio de la nada, cuando andas contando las bombillas fundidas de tu lámpara, que refleja todo tan bien que no sabes si reír o llorar: "y qué difícil es dejar de imaginar...".
miércoles, mayo 09, 2007
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
4 comentarios:
¿Y quién quiere dejar de imaginar? Aunque de momento sólo sean cinco minutos al día...
besos
A veces es lo que tiene pensar tanto, que piensas en lo que no deberías pensar. Un beso guapa.
Y si, que dificil intentar apagar la mente y dejar de pensar en ilusiones o en lo que fue y no es, o lo que quieres que sea y nunca será y poder seguir contando las bombillas que no se van a encender.
La mente sabe cuando atacar al corazón.
:*************!
Es que las canciones de Conchita (porque sale de ahí la frase, ¿no?) deberían estar prohibidas en estos estados de ánimo...
Publicar un comentario