miércoles, diciembre 26, 2007

.26-D.

¿Sabes cuando fue la última vez que sentí este miedo? cuando me di cuenta de que acababa de subir a un autobús que me llevaba a decirle adios a la persona más importante de mi vida.
Aterrada estaba, pensando en qué iba a decirle o cómo iba a mirarle... y a contenerme las ganas de besarle y pedirle que se quedara conmigo.
Pero esa vez arriesgué, porque creo que aquello de "si no arriesgas, no ganas", es una verdad enorme... y sí, vale, terminé perdiendo, pero era una batalla perdida de antemano, desde mucho antes de que comenzara.
Contigo vuelvo a arriesgar, a intentarlo al menos, y mira que odio esa expresión. Y espero ganar. Esta vez cogeré el coche, mataré los kilómetros, cantaré a gritos para liberar tensiones, e intentaré convencerme por el camino de que lo que pase estará bien, sea lo que quiero o no... porque no soy la única con derecho a meter la pata y enfadarse. Y al llegar, de verdad espero no tener que guardarme las ganas de besarte, porque no me des tiempo a ello.


Feliz año :)

martes, diciembre 18, 2007

.18-D.

Hacemos una pausa, que últimamente me estoy acelerando demasiado.
Stop.

martes, diciembre 11, 2007

.11-D.

Perdona pequeño. Que a ratos me pongo tonta, me entra el miedo, te hago preocuparte sin sentido y encima no sé explicarte qué me pasa... o sí pero me asusta tu respuesta.
Gracias. Por escucharme, por sonsacarme, y por estar empezando a quererme. Sólo quiero que esto salga bien.

miércoles, diciembre 05, 2007

.5-D.

Maleta otra vez, y algunas mariposas en el estómago por lo que te espera. Viaje con conversación interminable en coche hacia el partido. Sonrisas y saludos hacia la grada. Empate. Café necesario y rumbo al destino. Otra vez Valencia, y sus calles, y su gente, y la mejor compañía. Un reencuentro extraño. Muchas presentaciones.
Y volver a verle. Tan guapo. Cena perfecta, mil risas, más fotos. Miradas a 2 metros que deseas a 2 centímetros. Sentirte en casa gracias al mejor amigo que podría desear nadie. Gracias.
Botellón veraniego, más fotos, muchas más risas, y algún beso que se escapa, y los metros se reducen... y sus manos.
Lagunas mentales sobre conversaciones surrealistas, muchas más risas, y muchas más fotos, y mientras haces cola, el olor de su cuello en un abrazo. En muchos abrazos. No hay centímetros ya. Y pensar que el rollo parejitas sería genial siendo los 4.
Perder pendientes, como no, y que te lo compense su sonrisa con creces. Besosbesosbesos. Vuelta a casa. Un camino estúpido, naranjos, y aún es posible reir más!!
Mensajes preciosos, y días perfectos antes de regresar a casa con marcas poco discretas y la sonrisa fija en la cara desde entonces.
Y pronto tú aquí, y yo feliz.