jueves, enero 24, 2008

.24-E.

Volví a Valencia. A lo que prometía ser un fin de semana perfecto contigo. Tu casa, tú y yo.
Me encontré con besos que no tenía seguros en la estación.... esas bienvenidas que envidias cuando ves en otros. Y cinco minutos después me anunciabas que dormíamos separados. Dos pasos para delante, cuatro hacia atrás.
No llevaba allí ni 2 horas, y ya me estaba preguntando por qué había ido. Y puse mi mejor sonrisa cuando apareció ella, pensando que sólo era una amiga, y fui simpática y la animé a salir con nosotros. Supongo que viste el cielo abierto cuando tus amigos, que por suerte se comportaron como míos también, aparecieron. Y ni una palabra en toda la noche. Nada. Y le contaba por teléfono a una amiga, a 200 km, que no entendía nada. Y me cabreaba, contigo, pero sobre todo conmigo.
Vuelta a casa sin que entiendas que esté seria, y me besas. Y me pierdo todavía más, pero no era nada comparado con el vértigo cuando entre besos oí que ibas a empezar algo con ella. ¿Y yo?
Te quiero lejos. No me beses. No me abraces. No me toques. No pego ojo en toda la noche, envío mensajes intentando encontrarme, y no lo consigo.
Y amanezco contigo al lado. Con tus manos en mi pelo y tus labios en los míos. Y se me olvida el enfado porque parece que lo que oí, no pasó. Día perfecto, paseos de la mano mientras me enseñas tu ciudad, compras, y risas, y besos, y cena de amigos.... y ella otra vez.
Desapareces, y me pierdo otro poco más mientras tus amigos me dicen que no vale(s) la pena. Y yo creo que sí, por eso aguanto todavía. Vuelves horas después, lágrimas después, vuelves a besarme, vuelves a confundirme. Pero vuelves y yo confío aún en que pueda haber un nosotros, pero decido que no hasta que tengas todo claro.
Al despertar otra vez tú, otra vez tú y yo, otra vez "en casa"... pero lejos, muy lejos. Y en la estación más besos y el compromiso de venir tú o volver yo. El caos en mi cabeza.

Todo eso para pasarme días confundida, triste y esperando que te decidas, esperando que me elijas. Todo eso para oír de tu (mi) amigo que mejor me olvide de todo. Todo eso, para que tengas la cara de decirme que estás con ella ahora y encima te cabrees porque no lo hablo contigo.
Qué mal haces todo. Qué cínico. Porque la decepción es sobre todo como amigo. Porque se supone que si me quieres tanto como dices, y tan importante soy para ti, deberías haber sido tú quien en su momento, y no mientras me besas, me hubiera dicho que eso era todo.
Porque tengo tan pocas ganas de hablarte, de oírte, de verte... que espero que te aproveche esto lo poco que dure. Y que no me llores entonces, porque no estaré.
Todo por no saber estar solo. Pierdes tú, te lo aseguro. En fin.

viernes, enero 18, 2008

.18-E.

En off.

martes, enero 15, 2008

.15-E.

Hacía mucho que no vivía una montaña rusa de sentimientos así. Tan rápido todo. Tan fugaz.
Pasar de querer comerte a besos, a rechazar tus abrazos, y de ahí a dormir abrazada a ti, para a los dos minutos desear perderte de vista.
Nunca me habían recibido con un beso así en una estación, ni me habían preparado la comida a las 5 de la tarde porque las horas se iban debajo de las mantas. Ni me había sentido tan insegura un minuto y tan convencida al siguiente.
No nos habíamos visto llorar el uno al otro... y de verdad espero que no vuelva a pasar. No por estos motivos al menos. Te quiero sonriente.
Y hacía mucho que no tenía las cosas tan claras, pero necesito que tú también lo hagas, porque hasta entonces nos quedamos en empate... y de verdad me gustaría tener una prórroga. Eterna.

miércoles, enero 02, 2008

.2-E.

Va a resultar que quizá no ser "nada", es lo mejor... porque si estamos bien, sin más, ¿para qué estropearlo esperando algo que llegara sólo si tiene que hacerlo?