Empezar una noche con la idea de que te ibas, de tu despedida... mal, fatal. Pero sonreía.
Terminarla besándote en el mismo parque que hace un par de meses nos oía gritarnos... perfecto, más que eso. Y entonces sí que sonreía de verdad.
Aún me dura, y se me sigue encogiendo el estómago cuando pienso en ti a 2 centímetros.
Jo, que hace 4 días que no estás y ya te echo tanto de menos... aunque no deba.
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5 comentarios:
ojalá fuera controlable eso de echar de menos!!
Vaya, la verdad es que es duro tener lejos a la gente que queremos. Pero ahi tienes tu despedida, seguro que fue un sueño hecho realidad.
Besitos
Cuándo nos cuentas esas historia q nos debes?
Besos.
Como dice Principito, nos falta una historia.
De todos modos, echar de menos puede quedar compensado por recuerdos de besos y sonrisas. Por la certeza de estar vivo y sentir.
Besos
Hola guapa, me he cambiado de blog, por tercera vez!! a ver si va a la vencida..
Me malo es echar de menos...
Un beso guapa!
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